MITOLOGÍA GRIEGA:
Deméter es la diosa de la fertilidad más importante de Grecia. Encarna la tierra fecundada y el grano.
Hija de Cronos y Rea, intentó escapar de Poseidón tomando la forma de una yegua, pero su hermano se transformó en un caballo y la hizo así madre del caballo Arión, que estaba dotado de la palabra.
Zeus la condujo a su torre y allí la forzó bajo el aspecto de un toro. La diosa trajo al mundo a una hija, Coré, que fue toda su alegría. Desgraciadamente, Hades, el tercero de sus hermanos mostró su debilidad por Coré y la raptó.
Desde ese día, Deméter consagró su vida a la búsqueda de su hija. Se desinteresó por los cultivos que hasta entonces protegía y la tierra se transformó en un desierto. Preocupado por esta situación, Zeus llamó
a Hades y lo obligó a devolver a Coré. Esta última, también llamada Perséfone no podía abandonar a Hades porque había ingerido un grano de granada que simbolizaba el matrimonio. Zeus, entonces, halló una solución: pidió a Deméter que volviera a vivir con los dioses y llegó a un acuerdo con Perséfone para que dividiera su tiempo entre su esposo y su madre. Ambas partes aceptaron, y así, cada año Perséfone se reúne con su madre en el Olimpo y, cuando llega el otoño, vuelve con Hades a las tinieblas subterráneas. En ausencia del su hija, Deméter se recluye abandonando la naturaleza, que duerme estéril, pero cuando vuelve su hija sale de su retiro, lo que favorece a la vegetación.
MITOLOGÍA ROMANA:
Ceres es en la Mitología romana la diosa de la agricultura y su hija Proserpina eran equivalentes a las diosas griegas Deméter y Perséfone. La creencia griega de que su júbilo al reunirse con su hija cada primavera hacía que la tierra produjera frutos y granos en abundancia, fue introducida en Roma en el siglo V a.C. y su culto se volvió sumamente popular sobre todo entre los plebeyos. La palabra cereal deriva de su nombre. Su festividad más importante, las Cerealia, se celebraba entre el 12 y el 19 de abril.