El héroe más fuerte e indomable de la antigua Grecia fue el poderosísimo Hércules. Este era hijo de Zeus y de Alcmena, una mujer mortal. Se cuenta que estaba todavía en la cuna cuando Hera, enemiga suya, envió contra él a dos terribles serpientes para que lo mataran. Pero Hércules niño era ya tan extraordinariamente forzudo que agarró a las dos serpientes y las estranguló. En su formación intervinieron varios instructores: Anfitrión le enseñó a conducir los carros de guerra, Erudito lo inició en el tiro con arco, Castor le enseñó el manejo de las armas y Lino, el hermano de Orfeo, le enseñó a tocar la lira y a cantar.

Un día Lino se enfadó con Hércules por indisciplinado y tosco en incluso trató de castigarlo. Molesto éste con su maestro, cogió la lira y se la estampó en la cabeza. Lino murió en el acto y Hércules se arrepintió muchísimo de haber tenido ese pronto tan fatal, pero ello ya no sirvió para hacer revivir a su ilustre instructor.

A lo largo de su vida el héroe tuvo que hacer frente a trabajos muñy dificultosos, imposibles para mortal alguno, que le valieron el convertirse en el símbolo de la fuerza sobrehumana