Hades era el hermano pequeño de Zeus, y por ello le fue asignado el reino que nadie deseaba, el de los Infiernos. Los Infiernos eran unas tierras subterráneas rodeadas por un río de fuego y azufre. El barquero Caronte era el encargado de pasar al otro lado. Allí las almas de los muertos pululaban sin rumbo o sufrían torturas eternas. En un lugar tan agradable, Hades se sentía solo y deprimido. Entonces decidió secuestrar una esposa para que le hiciera compañía. Salió un día al campo y eligió a la ninfa Perséfone, la hija de Ceres, la diosa de la agricultura. Se la llevó y su madre al darse cuenta se vio consumida por la amargura y le pidió a Zeus que se la devolviera. Eso se dispuso a hacer Zeus, y fue a decirle a Hades que la soltara. Pero como Perséfone ya había comido algo crecido en el infierno, una granada, y por ello ya no pertenecía del todo al mundo de los vivos. Entonces decidieron que Perséfone pasaría 6 meses en el Infierno y 6 meses en la Tierra. Por ello sólo seis meses al año la tierra florece y los otros seis no