MITOLOGÍA GRIEGA:
Artemisa, hija de Leto y Zeus, hermana gemela de Apolo, es la diosa de los cazadores y los arqueros.
Optó por la virginidad y castigaba a todos los que pretendían seducirla, a los que la ofendían, y a los que desatendían su culto. Con Apolo dio muerte al gigante Ticio y mató a la mayoría de los hijos de Niobe porque ésta la había ofendido. Cuando la ninfa, Calisto, su mejor amiga, cedió ante Zeus perdiendo su virginidad, Artemisa la transformó en osa y la cazó con sus flechas.
Artemisa está también relacionada con la historia del cazador gigante Orión, de la que hay varias versiones. Según una de ellas, Orión, el escorpión, y Calisto se convirtieron en constelaciones.



Las víctimas de Artemisa fueron muchísimas, que caían muertas a causa de sus flechas
MITOLOGÍA ROMANA:
Diana era la diosa de la luna y de la caza. Equivalente latina de la virginal diosa griega Artemisa. Diana era la guardiana de las corrientes y los manantiales y protectora de los animales salvajes. Además, era especialmente venerada por las mujeres, y se creía que aseguraba un parto apacible a sus favoritas. En la iconografía artística se la representa habitualmente como una joven cazadora, a menudo armada de arco y flechas. Su santuario más famoso, estaba sobre el lago Nemi, cerca de Aricia.