LUGO

 

San Froilán y el Lobo


Cuenta la tradición que, la representación del patrono de la ciudad en compañía de un lobo bien pudiera deberse a un encuentro que tuvo con el cánido en una de sus múltiples peregrinajes por las tierras de la provincia. Estando San Froilán una mañana rezando y absorto en sus oraciones, se le apareció un lobo hambriento que vio en el asno del santo un prometedor almuerzo. Avalanzándose sobre él, comenzó a devorarlo. En pleno banquete lo encontró el Santo, que con su mirada dejó al lobo acurrucado y miedoso, mientras le hablaba de amor y paz. Así fue como San Froilán consiguió quitarle al lobo el miedo al hombre y al fuego, tomándolo a su servicio para llevarle por el mundo las alforjas. Desde entonces, el lobo caminó siempre a su lado, arrimado a su pierna derecha.

 

Lugo

La reina Lupa

Lupa se congratulaba en llenar sus mazamorras de prisioneros cristianos a quienes infligía los mayores castigos. Según la leyenda su primogénito era ciego. Una de sus doncellas le dijo a Lupa que si dejaba en libertad a todos los encarcelados su hijo recuperaría la vista. Decidió conceder la libertad a los encadenados en sus mazmorras. Todo sucedió tal y como había pronosticado su doncella. Una vez que los cristianos se hallaron en completa libertad, el hijo de Lupa recuperó la vista.

 

El milagro do Cebreiro

Se fija la historia en el siglo XIV, en una fría noche del 24 de diciembre en que celebraba misa un monje. Cuando creía que nadie iba a estar presente en el sacrificio, vio entrar en la iglesia a un vecino que, sorteando la nieve y otras inclemencias de un tiempo cruel, ascendió con gran sacrificio hasta O Cebreiro para asistir a misa y comulgar.

El ministro de Dios comenzó a desconfiar de que dicho sacrificio fuera en pro de algo válido; se preguntaba si un trozo de pan y un poco de vino podrían satisfacer a quien tanto había luchado para estar presente en su consagración.

Absorto en sus pensamientos, llegó el momento de la Consagración y fue justo en ese instante cuando el pan se convirtió en verdadera carne y el vino en auténtica sangre de Jesucristo que, hirviendo, tiñó los corporales, los cuales quedaron en el cáliz mientras la Sagrada Forma no pudo despegarse de la patena.

En 1486, los Reyes Católicos, en peregrinación a Compostela, conocen el milagro y donan el relicario donde se han conservado las pruebas evidentes hasta nuestros días.

 

                

 

Graznidos de aves

Los graznidos de algunas aves, como los cuervos, cuando se oyen con insistencia en los árboles próximos de una casa, son de fatal agüero y significan o un alma en pena o un aviso de que luego morirá una persona.

                                                                         

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