LEYENDA
DEL CURA SIN CABEZA
Hace poco tiempo, al tener que elaborar un trabajo escrito sobre la colonia Santa Rosa,
ese vergel hortícola del Departamento de Oran, hablaba con gente del lugar y, más de dos
de sus pobladores, consultados sobre las leyendas o creencias propias de la Colonia, me
refirieron que hay personas que alguna vez, andando por las montes aledaños, por caminos
casi borrados por el tiempo, cerca del río, tuvieron tapadas con el cura sin cabeza, que
solamente se aparece en noches de luna llena. De este personaje (el cura sin cabeza)
también tuve noticias cuando yo vivía en Calilegua Provincia de Jujuy. La coincidencia,
llamó mi atención y, revisando escritos antiguas, documentos y libros, supe que cerca de
ambos lugares, Calilegua y Colonia Santa Rosa, desarrollaron tareas evangelizadoras los
religiosos: Jesuitas. Junto a la catequesis, las discípulas de Layola también realizaron
tareas de cultivos, de extracción de minerales y atrás relacionadas con la economía en
tiempos de los comienzos de la conquista. Evidencias de lo dicho son los
"cafetales"
jesuitas de Calilegua y los caminos que en los mapas actuales conservan. La denominación
de caminos de los jesuitas y zonas jesuíticas de la Colonia, como también algunas minas
abandonadas en la zona montañosa del departamento.
Pues bien, si hubo actividades económicas, hubo dinero en poder de aquellos religiosos,
y, producida la expulsión de ellos, aquellas riquezas, según la creencia popular, fueron
enterradas en algún lugar sólo conocido por ellos antes de marchar al exilio forzoso.
El "Cura sin cabeza" que según relatan, aparece de noche a los que se aventuran
por las sendas, llama a quienes se aparece con las señas de su mano, ínvitándolos a
seguirlo. Aseguran que simplemente quiere indicarles el lugar donde sus hermanos
enterraron sus riquezas.
Por supuesto que hasta ahora no encontré a nadie que, ante la aparición de aquel
religioso, se hubiera decidirlo a acompañarlo pare. recoger tanta fortuna.
Describirlo sin cabeza tiene una explicación puesto que allá por 1600, algunos jesuitas
que trataban de convertir a los indios de esta zona fueron martirizados y, como era
costumbre de algunas tribus, decapitados, para beber, celebrando el triunfo, los brebajes
contenidos en el cráneo de los vencidos.
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A castilla león
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