CUENCA
Leyenda de la Cruz del Diablo.
Es la historia de un joven apuesto y galán llamado Don Diego, que conquistaba a
todas las mozas que pasaban a su alrededor, no se le resistía ninguna.
En la Ciudad era
reconocido como un mujeriego y era la vergüenza de su adinerada familia.
La tragedia llegó cuando
apareció una joven y preciosa dama, de nombre Diana (nombre no cristiano) en la que D.
Diego no tardó en ponerle el ojo.
Pasaron los días y D. Diego no dejaba
de cortejarla hasta que al final ella accedió a sus deseos lujuriosos. Esta relación no
era bien vista por su reputado padre que sentía vergüenza ajena, estaba sumido en un
dolor intenso al saber que su hijo vivía en PECADO MORTAL.
El día de los Santos , fecha en que era tradición recogerse en sus hogares a orar, D. Diego decidió hacer caso omiso a tales tradiciones y hacer una fiesta con sus amigos y su amada Diana. Los amigos temerosos de esa noche oscura y lúgubre sintieron miedo de la locura de D. Diego. Este se rió de sus miedos y se ofendieron. A raíz de esto todos marcharon menos uno que le retó en el Santuario de las Angustias. Iba haber un duelo el Día de los Santos, y el cielo habló descargando toda su ira en forma de rayo. El joven amigo huyó despavorido dejando solos a los dos amantes.
¿Que paso entre
ellos? Lleno de desesperación se agarró a la Cruz de los Descalzos rogando a Dios que le perdonara. Tanto fue su intensidad y su deseo de perdón que la huella de su mano quedó marcada en la Cruz. El diablo desapareció al ver que no tenía alma que poseer.
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