HUESCA

 

LA HISTORIA DEL ZAPATERO REMENDÓN Y EL DEMONIO:

Cuentan que a un pueblo del Alto Aragón acudió un zapatero remendón por nochebuena. Se le dió hospedaje y en medianoche observó, estando en la cama, que dos mujeres de la casa levantaban una baldosa, sacando un ungüento. Se frotaron con él y dijeron "por encima de rama y hoja, a bailar al Turbón" e inmediatamente salieron disparadas por la chimenea. El pobre zapatero se levantó de un susto, y decidió imitarlas. Se untó y dijo "Por entremedio de rama y hoja, a bailar al Turbón". El caso fue que se equivocó al decirlo y en vez de volar sobre los árboles fue entre las ramas. Así que llegó todo malherido al Turbón y allí se encontraban cientos de brujas esperando a adorar al demonio. Había una fila india y todas las brujas acudían a besarle el trasero al demonio. Así que intrigado al zapatero le llegó el turno y no le apeteció dárselo, así que le pinchó con una aguja de zapatero. El demonio dio un respingo, pero no dijo nada. Al poco el jefe de las brujas dijo de nuevo "Otra vez a adorar al Demonio" y Satanás, asustado empezó a mirarle de reojo al zapatero y este, al mismo tiempo, empezaba a divertirse con el invento. Cuando le volvió a tocar besar el trasero del demonio este le dijo "tu pasa, pero no me beses, o al menos, afeitate el bigote".

vista de la provincia de Huesca

EL HOMBRE MUERTO DE GUARA:

Yendo por la carretera de Huesca a Barbastro, en el tramo desde el Estrecho Quinto hasta Angües se puede observar como el monte de Guara tiene aspecto de un hombre muerto. Todo ocurrió cuando las montañas tenían pasiones humanas. Había un hombre, Gabardón, que tenía una hija, Gabardiella, que como él, le encantaban los montes. Gabardiella se enamoró locamente de un monte, el monte Gratal. Su padre no lo deseaba porque era pequeño, feo y sin vegetación. Así que se las apañó para evitar que se volviesen a ver. Pero ella fue al encuentro con el Gratal. El padre acudió al monte de Guara para evitar que se reencontrasen. Cuando llegó los separó de un manotazo e hizo correr de entre ellos el Flumen por la Foz del Salto de Roldán. Gratal se negó a aceptar que jamás volvería a estar con Grabadiella y una noche, tomó desprevenido al gigante Guara y le asestó un golpe mortal. Desde entonces podemos observarlo ahí muerto.

bosques de Huesca

LA LEYENDA DEL ANETO:

Dicen que había un gigante malvado llamado Netú entre los Pirineos. Se sabía que cuando alguien se perdía por entre los montes y no regresaba con seguridad había sido matado por Netú. Todo el mundo tenía un pánico atroz ante tal detestable ser. Un día llegó un peregrino bondadoso que se acercó a las montañas y pretendía cruzar los Pirineos para continuar su camino al norte. La gente insistio por que no cruzase los pirineos, pero él no hizo caso. Tras varios días de caminata, llegó a un valle y vio un rebaño de ovejas. Acudió en busca del pastor para que el diese agua y comida. Entonces apareció Netú que se la negó. El peregrino respondió "veo que tienes duro tu corazón, ojalá todo tú te conviertas en piedra" y Netú se quedó petrificado. Dicen que el peregrino era Dios.

paraje de Huesca

LA CAMPANA DE HUESCA:

El rey Aragonés Ramiro II, por su condición de monje, fue muy mal recibido por la nobleza de Aragón. No era ni respetado ni obedecido. Consultando el caso con el Abad del monasterio al que había pertenecido, éste se limitó a bajar al jardín y cortar las flores más altas. Al emisario le dio este escueto mensaje: "Id y contad a vuestro rey lo que habéis visto". Ramiro II entendió la lección. Reunió a los principales nobles de su reino para presenciar la fundición de una campana, cuyos sones serían escuchados en todo el mundo. Según iban llegando los nobles, mandaba cortarles las cabezas y colocarlas en forma de rueda. Tan extraño y macabro corro sería coronado por la cabeza del principal cabecilla, a manera de badajo. Formaban una campana, la campana de Huesca. Los ecos de este escarmiento se oyeron en todo el mundo.

                                                                                                                                

                                            volver a aragón